lunes, 16 de noviembre de 2009

El comienzo de un largo viaje

Había amanecido cuando un conejo lo despertó respirándole al oído. Abrió los ojos, miro al cielo y estaba oscuro por las nubes de una futura tormenta. El conejo se lo quedo mirando y estornudo, el hombre se echo a reír. – Parece que va a llover amiguito- Le dijo el hombre a la pequeña criatura. – Tendré que buscar un refugio- Y el hombre empezo a caminar en busca de su objetivo.
Caminaron varias horas hasta encontrar una cueva, ya para ese entonces la tormenta había comenzado y se encontraban empapados. Una vez armada la fogata y un poco mas reconfortados del frio, el hombre miró al conejo y le dijo. – Ahora que recuerdo, ¿desde cuando estas conmigo? – Para el asombro del hombre el conejo se sentó en una ramita y hablo. – No lo recuerdas pero desde que saliste aquel día del castillo, recién hoy me acerque, me habrás visto varias veces, pero ¿quien no ve un conejo en medio del bosque?. El hombre asombrado se quedo sin habla y se quedo pensativo. – Es el momento de hacer eso mi amigo, sentarse a pensar , sentarse y pensar – Dijo el conejo y se tiro a dormir.