martes, 24 de noviembre de 2009

Que mas?



Al instante la mirada se le nublo y perdió el sentido de la audición. El dolor fue cada vez mas fuerte e inaguantable, gritaba de dolor y tirado en el piso se movía para todos lados, intentando escapar de algo a lo que nadie le puede escapar. – Los dolores provocados cuando un corazón se rompe no son fáciles de sanar y no hay forma de curar.- Escucho en su mente la voz del anciano. De repente sintió que una mano intentaba arrancarle el corazón, pero el caballero se resistía, era ese poder que le había sido concebido al ser rey que lo impulsaba a negarse dejarse perder la batalla. El hombre se puso de pie tambaleante, hizo un movimiento, como sacando aquella mano que intentaba arrancarle el corazón y gritó para sus adentros…. BASTA!! y cayó de rodillas ante el escorpión. No había otro ser que el y el escorpión, estaban solos. El escorpión ya había dado su toque doloroso y punzante, ese que hacia que el hombre sintiera que el corazón se le desprendía del cuerpo y del alma. En ese instante el hombre le hablo directamente al escorpión.- Llegaste muy lejos toma mi corazón si es lo que pretendes, no hacia falta hacer esto para demostrarlo, te arrepentiste muchas veces y hoy el que dice basta soy yo…- El hombre se paro nuevamente y se quito la camisa, se llevo su mano derecha hacia su pecho y nadie sabe como la introdujo sacando un órgano de dentro, era el corazón que apenas latía y estaba achicharrado por tanto dolor. – Toma, es tuyo, nunca dejo de serlo- Y esas fueron las últimas palabras antes de caer de boca al piso y desvanaserse por completo. El escorpión miro largo rato el corazón, que yacía tirado en el piso,  se dio media vuelta intententando fingir que no le importaba y se alejo nuevamente, como tiempo atrás había echo. Y la voz del conejo volvió a flotar en el aire. – ¿Para que volviste? Reclamas su corazón y cuando lo tienes, lo dejas tirado demostrando desinterés-